miércoles, 19 de septiembre de 2012

la moda actual

Un tema de actualidad


A propósito de este ensayo, en nuestros días diríamos que ser una mujer a la moda significa vestir al último grito de las pasarelas y revistas fashion, seguir los cánones impuestos por las sociedades del primer mundo, estar delgadas hasta los huesos y lucir diariamente un peinado y maquillaje de salón. Para los hombres la tarea tampoco es fácil. Los trajes impecables de marca, el cabello de acuerdo a las tendencias europeas, usar los colores más atrevidos y aquel reloj de marca que todo metrosexual desea.
Claro está que, todo hombre o mujer que presuma de ser diletante (alguien que le da por saber de todo), como dice Salvador Novo, su merito consistirá en hablar de música, literatura, pintura y un poco de escultura, sin olvidar que es indispensable, y ahora más que nunca, enterarnos y discutir todos los escándalos sociales recientes. Y qué decir de los escándalos de los artistas, pues ¿quién no ha condenado o defendido a Michael Jackson?

Elegir el estilo de vida

Las letras de Novo, que desde el principio nos dibujan lo que implica estar a la moda, son caóticas mientras más profundizan. Así es vivir en la ciudad y asumir sus vanguardias, dice el autor: “En el campo no sucede todo esto. Tampoco en los sanatorios. Vestís el traje que mejor os plazca, habláis con quien os acomode mejor y no tratáis temas escabrosos. No os exponéis, además, a que vuestro interlocutor os lleve ventaja en las noticias del arte”.
Sería maravillosa una vida así de tranquila y relajada. Inevitablemente, las esacapadas al campo y la estancia en hospital no duran para siempre. Al regresar a nuestro mundo, dice Novo, empieza el verdadero martirio.

Los logros de la moda actual Varios elementos muy positivos se pueden apreciar hoy en el terreno de la moda. En primer lugar, está prácticamente al alcance de todos; existe una mayor libertad que en otras épocas para elegir el vestuario; la industria de la moda tiene actualmente considerable prestigio, y existe una gran oferta de programas académicos para preparar a quienes desean dedicarse a este campo laboral. También se aprecia una continua preocupación por aprovechar los adelantos de la ciencia y la técnica: nuevos y mejores materias primas, equipos, procedimientos, que permiten mejorar la producción y los precios. Desde el punto de vista artístico y creativo, tal vez nunca antes ha existido una gama tan amplia de opciones ante el diseñador, lo cual es sin duda algo muy positivo. Por otra parte, la economía de muchos países recibe de las industrias relacionadas con la moda beneficios importantes. Podemos fijarnos al menos brevemente en cada uno de estos logros.

Democratización de la moda: Uno de los primeros datos que saltan a la vista es que la moda ha dejado de ser un fenómeno de élites, para convertirse en un fenómeno de masas. Aunque las clientes de la Alta Costura siguen constituyendo un sector especial, las nuevas tecnologías y la globalización informática –entre otros elementos– han conseguido que un modelo creado para la Colección de Primavera de un modisto parisino, por ejemplo, se pueda adquirir al poco tiempo en una boutique en Beirut, San Salvador o Singapur. Un poco más adelante se venderán en comercios más modestos modelos parecidos, de modo que muchas mujeres pueden adquirir prendas de vestir que están “a la última moda”. La calidad de esta moda producida en masa puede ser buena, aceptable o claramente mala, pero al menos llega a muchos, si no a casi todos; sin duda es un avance que la moda sea cada vez menos un elemento distintivo de una clase social entendida como ámbito impenetrable.
La moda es, más que nunca, un fenómeno de masas: las fotografías de las pasarelas de hoy en Nueva York, París y Milán llegan en pocas horas, vía internet, a todo el mundo. La diversificación de los procesos de producción permiten que en muy poco tiempo estos modelos (al menos, piezas inspiradas por ellos) se encuentren en las salas de venta de las grandes ciudades. Las modistas tienen acceso a las mismas fotografías, y también en un plazo breve se pueden adquirir los patrones necesarios. Lo que al principio del reinado de una corriente de moda puede ser un poco más caro, casi enseguida podrá ser adquirido por mucho menos precio, al producirse masivamente.